Guía práctica para el cuidado de su ileostomía.
Ayudándole a vivir una vida plena y activa.
Siempre es un momento preocupante cuando le comunican que necesita someterse a una cirugía mayor. Puede ser especialmente traumático si además sabe que, como resultado de esa cirugía, sus funciones corporales no serán iguales, ya que cuando tenga una ostomía cambiará su manera de evacuar las heces y llevará una “bolsa” para ello en su abdomen.
Nuestro objetivo es completar la información recibida previamente a la cirugía, así como consejos prácticos sobre el día a día del cuidado de su estoma.
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1. Antes de la operación
Es probable que nunca hubiese oído hablar sobre las ostomías o que tenga una vaga idea sobre estos conceptos. Y es normal que se sienta temporalmente turbado o molesto con la noticia. Sean cuales sean sus reacciones o sentimientos, se encontrará con un personal sanitario muy competente y dispuesto a prestarle el soporte que necesite. Se trata de personal experto, que ha guiado a mucha gente a través de la misma experiencia y que conseguirán que vuelva a tener una vida plena y activa.
El personal de enfermería especializado en el cuidado de estomas, los estomaterapeutas, estará a su lado, aportándole información, asistencia práctica, consejos y seguridad sobre cómo desenvolverse con un estoma.
Las cirugías que tienen como objetivo la creación de un estoma, frecuentemente son una operación que le salva la vida al paciente y, para muchas personas, implican una mejora real en su calidad de vida.
Tras la cirugía, cuando abandone el hospital, será capaz de manejar las bolsas de ostomía, aprenderá a afrontar y asumir el cambio producido en su cuerpo y su estoma, poco a poco, irá perdiendo importancia y se convertirá en algo integrado en su vida.
2. El sistema digestivo
La digestión comienza en la boca, donde la comida es masticada. La comida ingerida continúa hacia abajo por el esófago hasta el estómago.
El estómago actúa como una licuadora, batiendo la comida en jugos digestivos hasta que son razonablemente líquidos. Una vez transformado el bolo alimenticio en una papilla, llamada quimo, ésta pasa al intestino delgado.
El intestino delgado es el órgano de mayor tamaño del sistema digestivo, con una longitud de 7 metros. Comienza en el píloro y termina en la válvula ileocecal y se divide en tres partes: duodeno, yeyuno e íleon.
Durante este viaje a través del intestino delgado la mayoría de los nutrientes de la comida son absorbidos por el cuerpo, dejando jugos mezclados con restos de comida indigeribles y agua.
El intestino grueso se extiende desde la válvula ileocecal hasta el ano, con 1,5 metros de longitud y se divide en: ciego, colon ascendente, colon trasverso, colon descendente, sigma y recto. Su función es la absorción del agua, dejando los alimentos no digeridos o residuos en forma semisólida, las llamadas heces.
Estos residuos son almacenados en el recto, antes de ser expulsados a través del ano.
Tanto las paredes del estómago como las de los intestinos contienen músculos que se expanden y contraen produciendo ondas de movimientos que conducen la comida hacia adelante. Este mecanismo de movimiento se denomina peristaltismo.
3. Qué es una ostomía digestiva
Algunas veces parte del recto y/o el colon, tiene que ser retirado o bypaseado temporalmente. Esto significa que cambiarán los hábitos de defecación. El cirujano necesita entonces crear una nuevo escape para evacuar las heces y lo consigue haciendo una abertura en el abdomen. Esta apertura se llama ostomía.
Existen dos tipos de ostomías digestivas: colostomías e ileostomías.
Ileostomía
Para permitir que los residuos (las heces) abandonen el cuerpo el cirujano hace una pequeña apertura en la pared abdominal del paciente, sacando hacia afuera el final del intestino delgado (íleon), formándose así un estoma, que como se ha creado usando el íleon, se llama ileostomía (la palabra estoma proviene de la palabra griega que significa “boca” o “apertura”).
Una ilestomía es una mucosa, de color rosa intenso similar a la del interior de la boca. Carece de sensibilidad. Los residuos (las heces) salen a través del estoma y son recolectados en una bolsa especial adjunta.
Fístula mucosa
A veces, el recto no es retirado y es dejado en su sitio, el corte final del mismo puede también ser sacado a la superficie haciendo una pequeña apertura llamada fístula mucosa.
Normalmente necesita poca atención.
Los residuos derivados de una ileostomía
La comida viaja desde el estómago hasta el intestino delgado donde los nutrientes son absorbidos, dejando sólo restos no digeribles y agua, que viajan por parte del colon donde reposan y son expulsados por el estoma.
Como los residuos no han pasado a través del colon, la mayoría del agua presente en ellos no ha sido absorbida. El material de desecho por lo tanto, fluirá y se expulsará frecuentemente. No podrá tener control sobre las deposiciones y la bolsa colectora estará siendo utilizada todo el tiempo.
4. Cirugía
Como cualquier otra cirugía mayor, una ostomía abdominal no es una tarea fácil y los médicos sólo lo recomiendan cuando es absolutamente necesario.
Antes de la cirugía, los miembros del equipo médico le ayudarán a prepararse, le asesorarán sobre su próxima operación y contestarán a sus interrogantes. El procedimiento le será cuidadosamente explicado y el médico le dirá si su ostomía va a ser permanente o si es creada como una medida temporal.
Es probable que le cueste comprender toda la información en un primer momento y que le surjan dudas. Intente recordarlas o apuntarlas para poder comentarlas con su profesional sanitario en la siguiente consulta.
En muchos hospitales hay personal de enfermería especializados en ostomías, los estomaterapeutas, para ayudarle a usted y su familia. Estos enfermeros estarán involucrados de cerca en su cuidado durante la estancia hospitalaria y continuarán apoyándole tras el alta.
También es posible que existan asociaciones locales de pacientes, pregúntele a su enfermero.
Puede empezar a practicar el cambio de su bolsa de ostomía antes de la cirugía, para afrontar este procedimiento con más confianza y rapidez tras la operación.
Normalmente se hace una marca indicativa del lugar donde se creará el estoma antes de la operación en el abdomen. Puede ser de utilidad que se involucre en esta planificación indicando que situación podría ser mejor, sentándose y levantándose, hablando sobre la ropa que suele llevar, dónde le gusta llevar los cinturones, etc.
Debería también asegurarse de que puede ver donde estará el estoma, para hacer los cambios de las bolsas de ostomía más fáciles.
Antes de la operación probablemente deberá vaciar y limpiar sus intestinos; el personal médico le aconsejará.
Ileostomía
Aunque existen otras causas, las afecciones principales que pueden dar lugar a la necesidad de una ileostomía se encuentran englobadas bajo el término general “enfermedad intestinal inflamatoria”, que incluye dolencias como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Chron. Las enfermedades intestinales inflamatorias varían enormemente en su grado de gravedad y puede causar una variedad de síntomas.
Tener una enfermedad intestinal inflamatoria no significa necesariamente que deba realizarse una ileostomía. Solo en los casos más severos, en que se han sufrido síntomas graves y debilitantes durante un tiempo prolongado o cuando se requiere una cirugía de emergencia, se considerará una ileostomía.
Las ileostomías a veces se llevan a cabo sólo como medida temporal, para darle al intestino restante una oportunidad de reposar y curarse y la “reconexión” tiene lugar en una fecha posterior. Una ileostomía temporal puede ser necesaria en combinación con la extirpación de un tumor o con la construcción de una bolsa interior.
Cualquiera que sea la razón por la que se crea un estoma, muchos pacientes descubren que someterse a una ileostomía y, por lo tanto, perder un intestino dañado, conlleva una mejora en la calidad de sus vidas, y para muchos la libertad de no tener que planificar sus vidas alrededor de disponer siempre de un inodoro cerca.
Una ileostomía no le privará de tener una vida completa y activa.
5. Estancia en el hospital
Después de la cirugía.
Cuando se despierte encontrará varios tubos adheridos a usted y puede sentir debilidad o incomodidad. Es muy normal después de cualquier operación.
Todos los tubos y drenajes serán gradualmente retirados durante los siguientes días, se sentirá más fuerte y comenzará a beber y comer.
Su estoma empezará a ser activo en pocos días. El personal de enfermería le ayudará a que aprenda a cuidar usted mismo de su ostomía lo más pronto posible.
Al principio el estoma estará hinchado, rodeado de puntos y la bolsa usada en esta etapa será transparente. La hinchazón pronto se reducirá y los puntos desaparecerán por sí solos o serán retirados.
El estoma comenzará a menguar y definirse. El estoma continuará haciéndose más pequeño incluso después del alta y necesitará comprobar si las bolsas todavía se adaptan bien.
La estancia en el hospital será de entre 5 y 10 días. El estomaterapeuta le enseñará cómo cambiar las bolsas, cómo medir el estoma para saber cuál es la abertura de la bolsa correcta y cómo cuidar su estoma. También le hablará los tipos de bolsas existentes y cuál se adaptará mejor.
Al alta.
Abandonará el hospital con el contacto de su estomaterapeuta para recibir información y consejo y la fecha de su primera.
También le proporcionarán suficientes muestras de bolsas para ese tiempo y una lista detallada de los productos que usa para que tu médico te los pueda preescribir.
6. Bolsas colectoras
Independientemente del tipo de ostomía que se tenga, todos los efluentes, líquidos y/o sólidos, deben ser recogidos convenientemente y de manera segura.
Su estomaterapeuta le mostrará una selección de bolsas y accesorios disponibles y le aconsejará sobre su uso.
Bolsas Ileostomía
Los residuos desalojados por una ileostomía son muy líquidos y el volumen diario evacuado suele estar entre los 300 y los 700ml.
Se usa por tanto una bolsa abierta (drenable), que se puede abrir y cerrar por su parte inferior, de forma que el contenido pueda ser vaciado en el inodoro, las veces que sean necesarias a lo largo del día.
Existen dos tipos de bolsas abiertas.
Bolsas de una pieza
Este tipo de bolsas es muy popular. Se fijan alrededor del estoma mediante un adhesivo provisto de hidrocoloides (favorecen el cuidado de la piel).
La bolsa tiene una abertura en la parte inferior para que pueda vaciarla cuando sea necesario. Lo normal es retirar la bolsa y reemplazarla por una nueva con una frecuencia de entre dos veces al día y tres días.
El tipo de adhesivo varía entre las diferentes marcas disponibles en el mercado, así que merece la pena experimentar y encontrar una que se adapte a usted y su estilo de vida. Existen además varios tamaños de bolsas disponibles.
El material del que están hechas las bolsas puede ser variado. Los más modernos son muy finos, suaves y discretos, resultando cómodos al roce con la piel.
Bolsas de dos piezas
Este sistema está compuesto por una placa que se fija alrededor del estoma y que permanece fijada a la piel durante varios días y al que se acoplan las bolsas.
La placa no se retira durante días, se cambia por otra una o dos veces por semana; y las bolsas se cambian con la frecuencia que sea necesaria.
La ventaja de este sistema es que las bolsas pueden ser reemplazadas numerosas veces sin dañar la piel periestomal.
Diámetro de abertura
El tamaño de los diámetros de los estomas es variable y las bolsas están disponibles con diferentes diámetros de abertura.
Normalmente, las bolsas vienen acompañadas de una tarjeta medidora. Encuentre el diámetro más adecuado utilizando el medidor de estomas y eligiendo el que más se ajuste al contorno del estoma, sin dejar espacio entre el estoma y el apósito adhesivo.
Si el estoma está irregularmente formado, lo mejor es cortar su propio modelo, usando la tarjeta medidora como plantilla o usando bolsas con guías de corte.
En los meses siguientes a la cirugía, el tamaño del estoma suele reducirse ligeramente. Compruebe cuidadosamente la medida que se ajusta; muchos problemas de fugas o molestias cutáneas son causadas por usar una bolsa con un tamaño de abertura erróneo.
7. Cambio de bolsa
Vaciado de la bolsa
Una bolsa de ileostomía se vacía tantas veces como sea necesario durante el día. Puede sentarse, arrodillarse o situarse al lado del inodoro. Afloje la parte inferior de la bolsa y vacíe el contenido en el lavabo.
Retirada y eliminación de la bolsa
Las bolsas abiertas de una pieza se reemplazan generalmente por una nueva cada entre 1 y 3 días, pero es siempre una opción personal.
Asegúrese de tener todo lo que necesita a mano cuando vaya a realizar el cambio de bolsa.
Vaciar siempre primero la bolsa.
A continuación retire la bolsa con calma y cuidado mientras con la otra mano sujeta la piel.
Puede serle de ayuda el uso de productos que favorecen la retirada de adhesivos.
La bolsa usada se puede enjuagar y colocar en una bolsa de plástico para desechar, o envolverla en papel de periódico y colocarla en una bolsa de plástico normal. Selle la bolsa de eliminación y deséchela en la basura doméstica.
Nunca tire la bolsa por el inodoro. No intente quemar la bolsa, ya que el plástico que contiene produce gases tóxicos al arder.
Limpieza del estoma y la piel del área periestomal
Limpie cuidadosamente el área alrededor del estoma con agua templada y jabón neutro, usando una esponja suave o suaves toallitas. Y a continuación seque la zona a fondo, sin dejar humedad en la piel, usando una toalla y/o papel suave que no deje residuo. Limpie y seque suavemente sin frotar.
Colocación de la bolsa
Si es necesario, compruebe el tamaño de su estoma usando una tarjeta medidora de estomas. Si su bolsa necesita ajustes, corte el agujero al tamaño requerido con ayuda de unas tijeras de punta roma.
Reemplazo de la placa ( sistema de dos piezas)
Retire la cubierta protectora del adhesivo de la placa y fíjela sobre la piel limpia y seca. Puede ser de ayuda para una mejor adherencia calentar la placa con sus manos o incluso con un secador antes de retirar la cubierta protectora.
8. Vuelta a la normalidad
Una vez que se ha recuperado de su operación y vuelve a su vida normal, tener una ostomía no debe restringirle en ningún sentido. Puede hacer lo que le guste, vestir como le guste, volver a trabajar y, en general, seguir con su vida habitual. La gente que le rodea no será consciente de su ostomía a menos de que usted se lo diga.
Protección de la piel
Es de vital importancia limpiar y cuidar la piel alrededor del estoma. Los desechos en la bolsa del estoma contienen jugos digestivos que pueden dañar la piel si entran en contacto con ella, generar dolor y que no se ajuste bien con la bolsa del estoma.
En su farmacia encontrará varios productos destinados a la limpieza y cuidado de su estoma:
Sprays para una retirada rápida y sin dolor de las bolsas y, en general, de cualquier apósito. Su uso ayuda a evitar los posibles daños ocasionados en la piel por el uso reiterado de productos adhesivos.
Toallitas eliminadoras de adhesivo que facilitan una retirada rápida e indolora de los restos del adhesivo que pudieran quedar en la piel tras la retirada de la bolsa. La piel queda limpia, fresca, hidratada y lista para la próxima adhesión.
Aros semicirculares hidrocoloides que aseguran la fijación de la bolsa de ostomía. Reduce la irritación de la piel periestomal y está indicado en casos de hernias paraestomales, prolapsos, prominencias óseas, estomas en localizaciones complicadas o necesidad de fijación adicional.
Posibles complicaciones
Si está preocupado por cualquiera de los síntomas anteriores, contacte con su estomaterapeuta o su médico.